Rivoira invierte en el cero residual con un proyecto ad hoc. El grupo piamontés está a punto de lanzarlo con un nombre específico, no por casualidad llamado Rivoira Zero , con el cual la compañía tiene la intención de garantizar al consumidor frutas y verduras frescas obtenidas de acuerdo con técnicas de producción como garantizar la ausencia de residuos de pesticidas. La misión , explica la compañía Cuneo, “es mantener el alto estándar de calidad que siempre ha distinguido nuestra marca, mejorando y perfeccionando las técnicas de agricultura orgánica y el manejo integrado de plagas con el resultado de obtener un producto de alta gama sin residuos químicos”.
La compañía, después de un largo y complejo trabajo de investigación y desarrollo basado en métodos de producción y defensa para reducir el uso de productos químicos sintéticos, ha diseñado un reglamento de cultivo y defensa destinado a garantizar la eliminación de productos 100% fitosanitarios.
Las manzanas, asegura la compañía, contienen solo y exclusivamente residuos de pesticidas por debajo del límite de cuantificación analítica (menos de 0.01 ppm). El resultado es “un producto sostenible y certificado”.
“La primera prueba se realizó el año pasado en Esselunga, en manzanas frescas, en etiqueta privada, con buena satisfacción”, dijo Marco Rivoira, director gerente del grupo. “Este año decidimos lanzar una línea real, registrada y comercial llamada Rivoira Zero. El objetivo es dar la máxima visibilidad a un activo importante para la empresa”. El proyecto comenzará ya este año, con alrededor de tres mil toneladas de Gala, la variedad elegida para comenzar este nuevo y ambicioso proyecto, que involucrará al GDO italiano. En el futuro, los volúmenes podrían aumentar y ampliar el rango de variedad, dependiendo de la respuesta del mercado. Comenzará en Italia, además de Alemania y el norte de Europa.
“La intención es mejorar un producto para un consumidor que busca una fruta certificada de alta calidad, libre de residuos”, subraya Rivoira. “De esta manera, queremos segmentar aún más la oferta colocando el producto en un rango intermedio que está entre lo convencional y lo orgánico. El posicionamiento del precio es un factor fundamental, también porque logra ofrecer un valor justo al productor, permitiendo al consumidor tener un nuevo rango de precios, precisamente entre convencional y orgánico”.
Se creará un embalaje ad hoc, con bandejas de 8, 6 o 4 frutas, de diferentes tamaños, con embalaje de cartón ecológico y película Nature Fresh en 100% bioplástico, compostable en la naturaleza.
Emanuele Zanini | Corriere Ortofrutticolo